Las mejores actividades de viaje para los días lluviosos

No hay mejor actividad para un día lluvioso que recorrer un museo. En la mayoría de las ciudades europeas son todo un arte. Ya sea que busques ciencia, deporte, historia natural, transporte, arte moderno o algo un poco más tradicional, es muy probable que encuentres algo que te demande el tiempo suficiente hasta que las nubes se despejen. Si tienes dificultades para encontrar uno, una búsqueda rápida en Google o Yelp mostrará reseñas honestas e información sobre lo que se muestra antes de que inviertas tu dinero.

Es bueno saberlo: empaca tu tarjeta de estudiante. La mayoría de los museos de Europa ofrecen algún tipo de descuento. Si ya no eres estudiante, consulta la página de entradas del sitio web del museo para obtener detalles sobre los días con entrada gratuita o con descuento.

Las instituciones religiosas son ideales para excursiones en días lluviosos. Incluso si no eres particularmente religioso o si profesas otra fe, una visita respetuosa a una iglesia, sinagoga, mezquita, templo, santuario o cualquier otro establecimiento religioso es una experiencia interesante y gratificante.

Es bueno saberlo: muchas instituciones religiosas tienen códigos de vestimenta que debes cumplir. Verifícalo con antelación para asegurarte de respetarlos.

La mayoría de las ciudades europeas tienen su propia versión de los cafés y cafeterías tradicionales. Una mañana en un café tradicional vienés es radicalmente diferente a la experiencia que vivirás en un moderno café berlinés, por ejemplo. Pasar un día lluvioso en un ambiente acogedor poniéndote al día con tu diario, leyendo, presumiendo de tu viaje en las redes sociales o simplemente observando a la gente pasar puede ser muy gratificante.

Es bueno saberlo: algunos cafés y cafeterías son más tolerantes con los clientes que otros. Como regla general, quienes venden dosis rápidas de cafeína en las concurridas calles tienen menos probabilidades de darte la bienvenida para una mañana tranquila que una cafetería de la tercera ola con enchufes y wifi gratis.

Bares

Hay muchos bares turísticos entre los que elegir en Europa; sin embargo, creemos que es gratificante en alejarse de las multitudes y hacer un recorrido por una cervecería o viñedo tradicional para probar la cerveza, el vino o los licores locales. 

Es bueno saberlo: la mayoría de las búsquedas en Internet y los educados conserjes de los hoteles te indicarán cuáles son los bares más populares de la ciudad. La mejor manera de escapar de los turistas es preguntar a un residente de la ciudad, ya sea la recepcionista del albergue o el taxista, dónde puedes encontrar un bar o pub tradicional. 

Un viaje en tren fuera de la ciudad en un día oscuro y tormentoso es una forma fantástica de pasar las horas cuando afuera llueve. Estarás calentito y cómodo dentro del coche climatizado mientras ves la película real que tiene lugar en el exterior. Si te quedas en una ciudad durante varios días, puedes hacer un viaje largo hasta una ciudad cercana y regresar más tarde ese mismo día. Pero, si llega la tormenta, también puedes hacer las maletas y aprovechar la oportunidad para mudarte a una nueva ciudad.

Es bueno saberlo: algunos trayectos en tren son famosos por sus paisajes y es mejor reservarlos para días despejados. Si buscas vistas, evita tomar trenes panorámicos de gran altitud, como los que atraviesan los Alpes, cuando está nublado afuera.

Los días lluviosos son el momento perfecto para obtener tu dosis de cultura. Consulta la programación local para ver teatro en vivo, bandas, óperas o comedia. Si nada despierta tu curiosidad, dirígete a un teatro en vivo clásico o a un local de ópera que sí lo haga. Muchos lugares ofrecen visitas guiadas y tienen fascinantes perspectivas arquitectónicas.

Es bueno saberlo: muchos lugares de espectáculos en vivo ofrecen grandes descuentos para entradas de último momento. Consulta en la boletería del lugar poco antes del espectáculo.

Si el tiempo lluvioso te abre el apetito, dirígete a un restaurante local para degustar algunas delicias locales. No hay mejor momento para llenar el estómago que cuando el tiempo cambia súbitamente. Busca un restaurante acogedor que sirva platos locales y olvídate de la tristeza de un día lluvioso.

Es bueno saberlo: no hay que descartar los mercados de alimentos cubiertos. Muchos permanecen abiertos independientemente del tiempo y son una forma divertida y llena de onda de pasar un día lluvioso.

Claro, explorar los centros comerciales tal vez no sea una actividad típicamente europea. Pero, si hay mal clima, o incluso con buen clima, siempre es fascinante ver cómo los distintos destinos manejan esta actividad global. Piensa en lugares como Harrods de Londres, la Galleria Vittorio Emanuele II de Milán o las Galeries Lafayette de París. Incluso a los anticompradores más empedernidos les resultará difícil no quedar totalmente embelesados por el espectáculo de estas hermosas mecas de las compras.

Es bueno saberlo: casi siempre hay una relación directa entre la prominencia del centro comercial y el precio. Si realmente quieres comprar productos, es probable que encuentres mejores precios fuera de las calles principales.

Ver una película bajo techo puede ser un delito en un día soleado, pero es bastante renovador en aventurarse en una sala de cine durante unas horas cuando el tiempo empeora. La mayoría de las ciudades tienen salas de cine que son destinos en sí mismos, y es genial visitarlas independientemente de las películas que se proyecten ese día.

Es bueno saberlo: las películas convencionales en Europa pueden ser bastante costosas y lo más probable es que estén en idioma extranjero. Pero, si visitas un cine de autor clásico o pequeño, lo más probable es que encuentres una joya escondida en un entorno único.