Un viaje a Praga, la capital de la República Checa, debe incluir mucho tiempo para apreciar las espectaculares atracciones históricas de la ciudad en el Distrito del Castillo y el casco antiguo. Recuerda incluir el Castillo de Praga, la Catedral de San Vito y el Palacio Real, y asómbrate con la extraordinaria arquitectura gótica. Pasea por el Puente de Carlos para disfrutar de los mejores paisajes de la ciudad con la vista panorámica de cuento de hadas de la Colina del Castillo.

Una vez que hayas visitado las atracciones famosas de Praga, podrás escapar de la multitud de turistas hacia el corazón de la ciudad. Dirígete al norte de la ciudad para conocer un poco sobre la verdadera vida local. Contempla las pinturas y esculturas checas y eslovacas en la Galería Nacional y luego bebe una cerveza checa helada en un bar local. Otras atracciones populares de Praga son la Casa de Franz Kafka y el Museo de Mozart.

De Praga a Budapest

Budapest, la capital de Hungría, es una de las ciudades más espectaculares de Europa del Este. Durante el día disfruta de un paseo íntimo en barco por el Río Danubio, el orgullo de Budapest, y admira las espléndidas vistas del Palacio Real. Budapest también tiene interesantes museos y exhibiciones para visitar. Al caer el sol, prueba los excelentes y asequibles restaurantes de la ciudad y disfruta de una floreciente escena nocturna que rivaliza con la de gran parte de Europa del Este.

El Festival Sziget se celebra en agosto en la Isla de Óbuda y es uno de los mejores y más grandes eventos culturales y musicales al aire libre de Europa. Puedes comprar un boleto para toda la semana o un pase para un día, es bastante económico en comparación con otros festivales musicales importantes. Después de agotar todas tus energías, relájate en uno de los baños termales más famosos de Budapest. El Spa Szechenyi , creado en 1881, es uno de los baños más característicos e incluye un spa, piscinas y tratamientos de bienestar.

De Budapest a Braşov

Una de las atracciones de Rumanía es la histórica ciudad de Braşov y la hermosa campiña que la rodea. La ciudad misma se encuentra rodeada por muros medievales y tiene una atmósfera llena de vida. La atracción principal del área es el Castillo de Bran, escenario de la legendaria novela de vampiros de Stoker. Erigido en la ladera de una montaña, el castillo resulta tan misterioso como uno se lo imagina. Se puede llegar al Castillo de Bran en autobús desde Braşov (aproximadamente 40 minutos).

Hay muchas rutas a pie para elegir en el área. El Parque Nacional Piatra Craiului, escenario de la película de Hollywood Cold Mountain, es bastante conocido y no está lejos de Braşov. Las montañas Bucegi también ofrecen aventura con actividades como caminatas, escalada en roca y ciclismo de montaña durante el verano. Una vez llegado el invierno, lugareños y turistas disfrutan del esquí y el snowboard.

De Braşov a Split

Al llegar a Split, la meca de la costa croata del Adriático, descenderás sobre una plataforma rodeada de hileras de palmeras. A una corta distancia de la estación se encuentra el puerto, donde el Adriático se convierte en un paraíso de islas maravillosas con salidas regulares para recorrerlas. Recomendamos la bellísima Isla de Brač y Zlatni Rat, su fascinante playa saliente envuelta por aguas azul celeste.

Después de un día de sol y playa regresa a Split para una tarde de paseo por el antiguo centro de la ciudad, rodeado por los muros del Palacio de Diocleciano. Recorre sus calles angostas y admira la arquitectura veneciana de fachadas blancas que iluminan el lugar. Dubrovnik, "la perla del Adriático", es un destino imperdible. Como no hay trenes a Dubrovnik, toma un autobús desde Ploče (de 2 a 3 horas; no incluido en el pase Eurail).

De Split a Bled

El lago Bled es el lugar ideal para explorar el rico y natural legado cultural de Eslovenia. La encantadora belleza de Bled y el paisaje montañoso que lo rodea se disfrutan mejor a bordo de un taxi acuático llamado "pletna" (una embarcación tradicional de madera similar a una góndola grande). Podrás visitar el maravilloso lago glaciar y llegar hasta la única isla de Eslovenia, la Isla Bled. Otra alternativa es alquilar una bicicleta de montaña y tomarte tu tiempo para explorar la tranquila orilla del lago.Dentro de la pequeña isla se encuentra la Iglesia de la Asunción de la Virgen María, que data del siglo quince. Sube los 99 escalones que conducen hasta la iglesia y una vez adentro toca la campana para garantizar la buena suerte durante tu viaje con Eurail. Puedes recorrer a pie la costa del lago en un par de horas y subir al mirador Osojnica, el mejor punto de la ciudad para tomar fotos, donde te sorprenderá el paisaje de Eslovenia. También vale la pena visitar el Castillo de Bled.

De Bled a Vienna

No es extraño que Viena, la capital de Austria, haya sido votada como una de las mejores ciudades para vivir, ya que la mitad de la ciudad está cubierta de espacios verdes y hay imponentes edificios ornamentados en todas direcciones. No puedes dejar de visitar Stephansdom, la icónica catedral gótica de Viena. Alrededor de la Stephansplatz, puedes sentarte en la terraza de un café a observar la vida vienesa.

Otra atracción clave es el Palacio de Hofburg, la residencia de algunas de las personas más poderosas de Austria, incluida la dinastía Habsburgo. Recorre las grandiosas habitaciones de la antigua residencia y explora los 3 museos. Si viajas en verano, trata de incluir el Donauinselfest (sitio web en alemán) en tu itinerario. Este popular festival musical realizado en la Isla del Danubio es absolutamente gratuito. Disfrutarás de actuaciones de artistas locales e internacionales.

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