Itinerario de viaje en Alemania

Fráncfort es la capital financiera de Europa: si quieres alguna prueba solo mira sus modernos rascacielos y la enorme escultura del euro frente al Banco Central Europeo. Visita la Torre Principal y toma el ascensor hasta la plataforma de observación. En un día despejado podrás ver toda la ciudad, el Río Meno y las zonas aledañas.

Otro placer arquitectónico es el centro comercial MyZeil, ubicado en la ruidosa calle comercial Zeil de Fráncfort. El notable techo curvo de vidrio del edificio y la fachada con forma de remolino son dignos de ver para creer. Luego, sumérgete en la naturaleza en el bosque de la ciudad (Stadtwald), que es el bosque urbano más grande de Alemania.

La magnífica Catedral de Colonia (Kölner Dom) te recibe cuando llegas a Colonia, a pasos de la estación de trenes principal. Sube por la escalera de caracol de la Torre Sur y arriba serás recompensado por una vista increíble de todo el Río Rin. El cercano Puente Hohenzollern está cubierto por candados que representan el amor.

Los amantes de la historia tienen una variada selección de museos y galerías para descubrir. Los fanáticos del arte moderno deben visitar el Museo Ludwig. Si te gustan las grandes celebraciones, programa tu visita para el loco Carnaval de febrero, o el Christopher Street Day y el Festival de las Luces de Colonia (Kölner Lichter) en julio.

Berlín, la capital de lo moderno, tiene una emocionante mezcla de historia, cultura y vida nocturna, con tesoros en cada esquina. No olvides añadir la Galería del Este a tu itinerario en Berlín. Es la galería al aire libre más grande del mundo, con murales pintados a lo largo de casi una milla (1,3 kilómetros) del antiguo Muro de Berlín.

Uno de los símbolos más icónicos de la ciudad es la Puerta de Brandeburgo, del siglo 18. El Monumento del Holocausto se encuentra a minutos de distancia. Su diseño que invita a la reflexión y el museo que está debajo dejan un sombrío recordatorio sobre algo en lo que vale la pena seguir pensando, definitivamente imprescindible para tu itinerario en Alemania.

Dresde es una joya cultural y arquitectónica. Se conocía como "Joyero" gracias a su antiguo rol de residencia real de los reyes de Sajonia. La mayor parte del centro histórico de Dresde fue destruida durante los bombardeos de 1945, pero gran parte ha sido restaurada a su antigua gloria.

El casco antiguo de la ciudad tiene varios tesoros, incluida la Iglesia de Nuestra Señora (Frauenkirche), punto de referencia de Dresde. Sus ruinas permanecieron intactas durante más de 40 años después de los bombardeos. Reabierta en 2005, hoy simboliza la esperanza y la reconciliación. La Ópera Semper es otra obra maestra de la arquitectura. Es un teatro de ópera, conciertos y ballet, todo en un mismo lugar imponente.

Múnich, Alemania: hogar de los bávaros y reino de la cerveza de primer nivel. La plaza principal Marienplatz es un gran punto de partida para explorar el casco antiguo. A solo unos minutos está Hofbräuhaus, un lugar imperdible en tu itinerario en Múnich. El salón de la cerveza más famoso del mundo existe desde 1589.

¿Aún quieres más cerveza? Haz un viaje de un día al Monasterio de Andechs, donde los monjes benedictinos elaboran cerveza desde 1455. Para conocer los tristes eventos del Holocausto, visita el campo de concentración de Dachau. Este ofrece una descripción escalofriante del primer campo de concentración Nacional Socialista. Las excursiones son gratis.